Comedias
Una máquina de hacer comedias.
La ingente obra de Lope
Juan Pérez de Montalbán, amigo y discípulo del poeta, es el autor de la primera biografía de éste. En Fama póstuma el autor afirma que Lope de Vega escribió 1.800 comedias y 400 autos sacramentales. El mismísimo autor fue más comedido y calculó alrededor de 1.500 comedias, en las que los expertos creen que él incluía los autos sacramentales y otras obras. Una u otra cifra, es un número descomunal que ha hecho complicadísima la catalogación y edición crítica de sus obras completas.
Cayetano Alberto de la Barrera y Leirado realizó la primera catalogación de las obras de Lope en su Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro antiguo español, desde sus orígenes hasta mediados del siglo XVIII (Madrid, 1860). El mismo estudioso escribió la Nueva biografía de Lope de Vega, que apareció dentro de la gran edición de la Academia de las obras de Lope de Vega. Una publicación dirigida por Marcelino Menéndez Pelayo, responsable de la primera clasificación de la obra de Lope, prologada pero no anotada.
El hispanista de Filadelfia Hugo Rennet y Américo Castro realizaron, en 1919, una minuciosa investigación de la obra de Lope. En ella, redujeron el número de comedias a 426 y concluyeron que, del repertorio dramático de Lope, se le podrían atribuir a éste 723 títulos, de los cuales 219 se habrían perdido y 78 serían de autoría dudosa.
Otro hispanista estadounidense, Courtney Bruerton, y el experto lopista Silvanus Grisworld Morley publicaron en 1940 Chronology of Lope de Vega's Comedies: With a Discussion of Doubtful Attributions, the Whole Based on a Study of His Strophic Versification (Nueva York: The Modern Language Association of America, 1940). En este trabajo, donde se emplean criterios métricos, se establece una cronología segura de las comedias de Lope de Vega. Los autores hablan de 316 comedias de las que no hay ninguna duda que fueron escritas por Lope, 73 que califican de dudosas y 87 que dicen que se suelen atribuir a Lope, pero que no son suyas.
Lope, autor e impresor
La obra literaria de Lope de Vega es la más extensa de todas las del Siglo de Oro, con más de mil títulos. Solamente de sus comedias –recopiladas por Bernardo Grassa– existen 25 tomos. El editor Angelo Tavanno fijó en doce el número de comedias de cada parte.
En las diferentes ediciones que aparecieron de las ocho primeras Partes hubo muchas falsificaciones, publicaciones sin consentimiento, comedias sin firmar, obras de otros autores… Ello se debía a que, a pesar del elevado porcentaje de analfabetismo, las comedias impresas eran un éxito. De hecho, en el Siglo de Oro ser impresor o librero era un buen negocio.
“Viendo imprimir cada día mis comedias de suerte que era imposible llamarlas mías, y que en los pleitos de esta defensa siempre me condenaban los que tenían más solicitud y dicha para seguirlos, me he resuelto a imprimirlas por mis originales; que aunque es verdad que no las escribí con este ánimo, ni para que de los oídos del teatro se trasladaran a la censura de los aposentos, ya lo tengo por mejor que ver la crueldad con que despedazan mi opinión algunos intereses. Éste será el primer tomo, que comienza por esta novena parte, y así irán prosiguiendo los demás”, escribió el propio poeta en la Parte IX. Hasta entonces, Lope había peleado en los juzgados, pero había perdido, así que decidió luchar por conseguir el privilegio de editar su obra, cosa que consiguió en 1617. Publicó entonces desde la Parte IX hasta la Parte XX. Su yerno Luis de Usátegui continuó la labor hasta la Parte XXV.
En la edición de la Parte veinte de las comedias de Lope de Vega Carpio (Madrid, Viuda de Alonso Martín, por cuenta de Alonso Pérez, año 1625), Lope escribió: “(…) V.m. señor lector se entretenga con estas Comedias lo mejor que pueda, hasta la parte veintiuna, si no es de aquellos retorcidos que miran el mundo en el mapa y así le juzgan breve, que bien sé que los ingenios cándidos desearán que como tuve vida para escribir mil y setenta Comedias la tenga para imprimirlas”.
La Parte XXI mencionada, sin embargo, tardó bastante en aparecer, ya que, desde 1625 y hasta finales de 1634, el Consejo de Castilla suspendió la concesión de licencias para imprimir comedias y novelas. Eso no afectó a la Corona de Aragón ni a los editores andaluces que se lanzaron a imprimir ediciones no autorizadas de las comedias de Lope de Vega, muchas de ellas mezcladas con títulos de otros autores. Cuando se levantó la suspensión, Lope obtuvo el privilegio para la edición de tres Partes, la XXI, XXII y una tercera. A su muerte, el poeta dejó a la imprenta para editar las Partes XXI y XXII.
Los manuscritos de las comedias de Lope se conservan en la Biblioteca Nacional de España, en la Biblioteca Real de Madrid, en la Biblioteca de Parma, Londres, Estados Unidos y Viena. Muchos de estos manuscritos son autógrafos.
Creador de un teatro nuevo
Las normas de la época para las comedias eran muy claras, debían desarrollarse en rigurosas unidades de lugar, tiempo y acción. Todo ello lo había aprendido el poeta, aunque parece que se acercó a esas reglas solamente para romper con ellas. Creador de una comedia nueva, a él se le debe que en el teatro hubiera espacio a la vez para lo cómico y lo trágico, y lo noble y lo plebeyo. Fue Lope quien colocó la emoción estética, la belleza, el divertimento y el interés del espectador en primera línea, abriendo así las puertas a un teatro diferente, que pronto se convertiría en un fenómeno social de carácter nacional. Y todo ello lo explicó, no sin cierta ironía, en el Arte nuevo de hacer comedias.
Lope tuvo una enorme influencia en el teatro occidental y sus obras, aunque sólo fueron traducidas al italiano mientras vivió, tuvieron una gran divulgación posterior, siendo objeto de innumerables estudios, sobre todo en Estados Unidos y en Italia.
Lope, inclasificable
El mundo está lleno de lopistas que siguen peleándose con la colosal obra del poeta a la hora de intentar ordenarla, clasificarla, agruparla…
Uno de los hombres que mejor ha estudiado a Lope de Vega, Alonso Zamora Vicente, escribió: “(…) Por un orden cronológico de su elaboración… conocemos solamente la fecha de elaboración de un centenar de comedias… Agruparlas por detalles de estilo, acción, personajes… tampoco se puede. Lope precisamente se caracteriza por esa eterna fusión y agolpado torbellino, sin transición ni frontera delimitada. Tampoco podríamos hacer, grosso modo, una división religioso profano-social o nacional. Porque por esa misma cualidad que acabamos de señalar, Lope resuelve una situación religiosa con un aire de escena callejera y de intriga bien logrado, y al contrario: una escena bélica, heroica, puede interpretarse con un recogimiento devoto”.
Con tanto obstáculo por delante y teniendo en cuenta que Lope reflejó la realidad de la España de entonces, lo más apropiado tal vez sea, de acuerdo con la opinión de Menéndez Pelayo, hacer una aproximación a la obra por sus temas.
Menéndez Pelayo clasificó la obra de Lope en:
– Autos y coloquios
– Comedias de asuntos de la Sagrada Escritura
– Comedias de vidas de santos
– Comedias pastoriles
– Comedias mitológicas
– Comedias sobre argumentos de la Historia clásica
– Comedias de historia extranjera
– Crónicas y leyendas dramáticas de España
– Comedias novelescas
Títulos de las comedias
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¡Ay, verdades, que en amor...!
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¡Si no vieran las mujeres!
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¿De cuando acá nos vino?
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Adonis y Venus
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Al pasar del arroyo
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Amar sin saber a quién
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Amar, servir y esperar
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Amor con vista
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Amor secreto hasta celos
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Amor, pleito y desafío
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Angélica en el Catay
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Barlaán y Josafat
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Belardo el Furioso
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Carlos el perseguido
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Carlos V en Francia
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Castelvines y Monteses
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Con su pan se lo coma
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De cosario a cosario
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Del mal lo menos
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Del monte sale quien el monte quema
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Dios hace reyes
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Don Juan de Castro I
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Don Juan de Castro II
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Don Lope de Cardona
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Dos estrellas trocadas
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El abanillo
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El acero de Madrid
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El alcaide de Madrid
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El alcalde mayor
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El amante agradecido
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El amigo hasta la muerte
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El amigo por fuerza
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El amor desatinado
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El amor enamorado
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El animal de Hungría
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El anzuelo de Fenisa
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El Arauco domado
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El arenal de Sevilla
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El Argel fingido
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El asalto de Mastrique
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El ausente en el lugar
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El bastardo Mudarra
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El blasón de los Chaves de Villalba
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El bobo del colegio
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El Brasil restituido
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El caballero de Illescas
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El caballero de Olmedo
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El caballero del milagro
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El caballero del Sacramento
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El capellán de la Virgen
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El cardenal de Belén
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El casamiento en la muerte
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El castigo del discreto
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El castigo sin venganza
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El cerco de Santa Fe
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El conde Fernán González
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El cuerdo en su casa
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El cuerdo loco
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El desconfiado
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El desdén vengado
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El despertar a quien duerme
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El desposorio encubierto
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El desprecio agradecido
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El divino africano
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El dómine Lucas
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El duque de Viseo
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El ejemplo de casadas
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El enemigo engañado
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El esclavo de Roma
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El favor agradecido
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El galán de la membrilla
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El galán escarmentado
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El gallardo catalán
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El ganso de oro
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El genovés liberal
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El gran duque de Moscovia
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El Grao de Valencia
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El guante de doña Blanca
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El halcón de Federico
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El hamete de Toledo
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El hidalgo Bencerraje
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El hijo de los leones
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El hijo de Reduán
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El hijo sin padre
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El hijo venturoso
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El hombre de bien
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El hombre por su palabra
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El honrado hermano
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El ingrato arrepentido
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El juez en su causa
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El laberinto de Creta
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El labrador venturoso
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El lacayo fingido
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El leal criado
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El llegar en ocasión
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El maestro de danzar
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El marido más firme
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El mármol de Felisardo
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El Marqués de las Navas
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El Marqués de Mantua
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El más galán portugués
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El mayor imposible
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El mayorazgo dudoso
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El mayordomo de la duquesa de Amalfi
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El mejor alcalde, el rey
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El mejor maestro, el tiempo
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El mejor mozo de España
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El mesón de la Corte
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El molino
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El nacimiento de Ursón y Valentín
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El negro del mejor amo
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El niño inocente de La Guardia
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El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón
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El padrino desposado
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El perro del hortelano
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El piadoso aragonés
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El piadoso valenciano
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El poder en el discreto
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El poder vencido
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El postrer godo de España
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El premio de la hermosura
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El premio del bien hablar
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El primer Fajardo
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El primer rey de Castilla
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El príncipe despeñado
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El príncipe inocente
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El príncipe melancólico
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El príncipe perfecto I
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El príncipe perfecto II
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El remedio en la desdicha
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El rey sin reino
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El rufián Castrucho
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El ruiseñor de Sevilla
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El rústico del cielo
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El santo negro Rosambuco
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El secretario de sí mismo
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El sembrar en buena tierra
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El Serafín humano
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El servir a señor discreto
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El servir con mala estrella
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El sol parado
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El soldado amante
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El testigo contra sí
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El testimonio vengado
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El tirano castigado
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El triunfo de la humildad y soberbia vencida
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El valeroso catalán (Pedro Carbonero)
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El valiente Céspedes
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El valor de las mujeres
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El vaquero de Moraña
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El vellocino de oro
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El verdadero amante
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El villano en su rincón
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Ello dirá
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Fuenteovejuna
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Jorge Toledano
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Juan de Dios
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La Arcadia
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La batalla del honor
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La bella Aurora
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La bella malmaridada
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La boba para los otros y discreta para sí
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La boda entre dos maridos
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La buena guarda
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La burgalesa de Lerma
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La campana de Aragón
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La carbonera
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La condesa Matilde
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La contienda de García
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La corona de Hungría
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La corona merecida
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La cortesía de España
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La dama boba
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La desdichada Estefanía
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La discordia en los casados
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La discreta enamorada
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La discreta venganza
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La divina vencedora
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La doncella Teodor
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La envidia de la nobleza
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La escolástica celosa
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La fábula de Perseo
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La fe rompida
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La Felisarda
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La firmeza en la desdicha
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La fortuna merecida
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La francesilla
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La fuerza lastimosa
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La gallarda toledana
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La hermosa Alfreda
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La hermosa Ester
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La hermosura aborrecida
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La historia de Tobías
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La humildad y la soberbia
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La imperial de Otón
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La infanta desesperada
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La ingratitud vengada
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La inocente Laura
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La inocente sangre
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La juventud de San Isidro
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La limpieza no manchada
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La locura por la honra
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La madre de la mejor
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La mal casada
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La mayor victoria
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La mayor virtud de un rey
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La mocedad de Roldán
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La montañesa / La amistad pagada
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La moza de cántaro
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La niña de plata
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La niñez de San Isidro
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La niñez del padre Rojas
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La noche de San Juan
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La noche toledana
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La nueva victoria de don Gonzalo de Córdoba
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La nueva victoria del Marqués de Santa Cruz
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La obediencia laureada
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La ocasión perdida
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La octava maravilla
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La pastoral de Jacinto
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La piedad ejecutada
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La pobreza estimada
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La portuguesa
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La primera información
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La prisión sin culpa
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La prueba de los amigos
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La prueba de los ingenios
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La quinta de Florencia
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La reina Juana de Nápoles
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La resistencia honrada
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La Santa Liga
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La serrana de la Vera
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La serrana de Tormes
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La sortija del olvido
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La suerte de los reyes
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La tragedia del rey Don Sebastián de Portugal
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La traición bien acertada
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La varona castellana
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La vengadora de las mujeres
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La venganza venturosa
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La ventura sin buscalla
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La victoria de la honra
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La vida de San Pedro Nolasco
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La vida y muerte del rey Bamba
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La villana de Getafe
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La viuda valenciana
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Las almenas de Toro
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Las Batuecas del duque de Alba
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Las bizarrías de Belisa
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Las burlas de amor
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Las famosas asturianas
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Las ferias de Madrid
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Las flores de Don Juan
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Las grandezas de Alejandro
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Las Justas de Tebas
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Las mudanzas de Fortuna
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Las mujeres sin hombres
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Las paces de los reyes
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Las pobrezas de Reinaldos
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Laura perseguida
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Lo cierto por lo dudoso
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Lo fingido verdadero
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Lo que ha de ser
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Lo que hay que fiar del mundo
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Lo que pasa en una tarde
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Los amantes sin amor
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Los amores de Albanio e Ismenia
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Los bandos de Sena
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Los Benavides / El primero Benavides
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Los celos de Rodamonte
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Los comendadores de Córdoba
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Los donaires de Matico
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Los embustes de Celauro
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Los embustes de Fabia
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Los enemigos en casa
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Los esclavos libres
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Los españoles en Flandes
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Los guanches de Tenerife
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Los hechos de Garcilaso de la Vega
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Los hidalgos de la aldea
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Los locos de Valencia
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Los locos por el cielo
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Los melindres de Belisa
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Los muertos vivos
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Los palacios de Galiana
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Los pleitos de Inglaterra
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Los Ponces de Barcelona
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Los Porceles de Murcia
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Los prados de León
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Los ramilletes de Madrid
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Los Ramírez de Arellano
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Los Tellos de Meneses I
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Los torneos de Aragón
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Los trabajos de Jacob
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Los tres diamantes
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Lucinda perseguida
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Más pueden celos que amor
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Mirad a quién alabáis
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Nadie se conoce
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No son todos ruiseñores
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Obras son amores
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Pedro Carbonero, el cordobés valeroso
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Peribáñez
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Pobreza no es vileza
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Por la puente, Juana
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Porfiando vence amor
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Quien ama, no haga fieros
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Quien más no puede
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Quien todo lo quiere
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Roma abrasada
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San Diego de Alcalá
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San Isidro Labrador de Madrid
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San Nicolás de Tolentino
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San Segundo de Ávila
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Santiago el Verde
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Sin secreto no hay amor
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Virtud, pobreza y mujer
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Viuda, casada y doncella
Y desde enero de 2014 hay que añadir Mujeres y Criados (1613-1614), de la que se halló una copia manuscrita en la Biblioteca Nacional de España. Los catálogos literarios daban por perdida esta pieza. El hallazgo se debe al investigador Alejandro García Reidy, profesor de la Universidad de Syracuse, y miembro del equipo Prolope de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Su madre fue Francisca Fernández Flórez y su padre Félix de Vega Carpio, maestro bordador, ambos procedían de las montañas de Cantabria.
Lope tuvo cuatro hermanos: Francisco, Juliana, Luisa y Juan. El poeta pasó parte de su infancia en casa de su tío, don Miguel de Carpio, Inquisidor de Sevilla.