¿En la época de Lope las mujeres podían interpretar en un escenario?

Sí y Lope de Vega creó los mejores personajes femeninos del teatro del Siglo de Oro, mujeres que fueron interpretadas por actrices o ‘comediantas’ en los escenarios de las corralas. Intrépidas y decididas, las mujeres de las obras de Lope se visten de hombres o viajan disfrazadas de criadas, se saltan las normas legales y las imposiciones sociales, están dispuestas a lo que sea para conseguir lo que buscan, igual que los hombres.

Algunos de estos rompedores personajes aparecen, por ejemplo, en El perro del hortelano, donde su protagonista no sólo elige por sí misma varón para casarse, sino que, además, lo escoge entre sus empleados; o en Fuenteovejuna, donde Laurencia arenga a los hombres asustados para que no quede impune la violación a la que ha sido sometida. En La moza de cántaro, Doña María abandona su casa para convertirse en criada y vengar una afrenta familiar, y en La serrana de la vera, Gila renuncia a su hacienda y a las comodidades para remediar una humillación masculina y se convierte en bandolera y, con ello, en dueña absoluta de su vida.

– En España, al contrario de lo que ocurría en Inglaterra, la presencia de las mujeres fue muy relevante en el teatro. Aunque en los siglos XVI y XVII las mujeres no eran consideradas sujetos legales, supieron sortear todas las dificultades y consiguieron incorporarse al universo teatral como autoras de comedias, actrices e incluso como empresarias.

– Jerónima de Burgos, Francisca Baltasara –más conocida como 'La Baltasara'–, Bárbara Coronel, Jusepa Vaca, Micaela Fernández, María de Navas, Francisca Vallejo, Ana Muñoz, Juana de Villalba y las autoras María de Zayas y Ana Caro de Mallén son algunas de las mujeres que formaron parte del teatro del Siglo de Oro.

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Su madre fue Francisca Fernández Flórez y su padre Félix de Vega Carpio, maestro bordador, ambos procedían de las montañas de Cantabria.

Lope tuvo cuatro hermanos: Francisco, Juliana, Luisa y Juan. El poeta pasó parte de su infancia en casa de su tío, don Miguel de Carpio, Inquisidor de Sevilla.